Qué onda con Creel, con tal de saciar su avidez de notoriedad nomás le falta meterse beodo al noticiario de López-Dóriga como el priista Eduardo Andrade, el hermano incómodo de Sergio El Violador, cuando el PRI perdió las elecciones del 2000.
Es triste que aparezcan más los chorrimil contratos de las empresas de Mouriño con Pemex, que él. No se vale. Dicen que los contratos de la petrolera y el próximo ex secretario de Gobernación son más abusivos que el contrato matrimonial de Luis Miguel y Aracely Arámbula donde se legaliza la esclavitud en jaula de oro.
Como quiera que sea, pobre Creel, va a tener que organizarse otro escandalito de faldas para ganar tiempo aire. O hacerle como Hellboy Espino, declararse prácticamente preso político (¡Libertad!). O como la CROC, regresarse a la CTM.
http://www2.milenio.com/node/48388
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