MARTI BATRES: SALINAS,FUISTE TU.

Salinas, fuiste tú

En una más de sus provocadoras pero fallidas y repudiadas apariciones, Carlos Salinas reconoció lo evidente: el estado que guarda el país es un desastre. En efecto, aunque parezca increíble, con sus comentarios Salinas le da la razón a quienes han alertado sobre la catástrofe económica y la falta de legitimidad actual. Calderón, como él en 1988, no ganó la elección presidencial.

Sin embargo, hoy dice “yo no fui”. La falta de crecimiento económico, la agudización de la pobreza y la desigualdad, la criminalización de la vida judicial, la narcotización del campo, la debilidad de las instituciones, todo eso, según él, es culpa de Zedillo, Fox y de líderes opositores a quienes impidieron, al precio que fuera, llegar al poder.

No obstante, la memoria histórica nos conduce a la verdadera raíz de nuestros problemas. Y fue precisamente Salinas quien descapitalizó al Estado mexicano vendiendo más de mil empresas públicas. Fue él quien entregó la banca nacional a sus amigos: Lankenaus, Divinos, Cabales Peniche. También quien llevó al descrédito y al desgaste la institución presidencial, resultado de sus grandes abusos de poder.

Con él estalló la guerra en Chiapas y resurgieron otras guerrillas. En su presidencia atestiguamos los mayores crímenes políticos, no resueltos. Él entronizó a la cúpula de políticos panistas, corruptos y traficantes de influencias como Diego Fernández de Cevallos; impuso la reforma al 27 constitucional en materia agraria, descapitalizando al campo mexicano. Con él se firmó un TLC muy conveniente para un pequeño grupo de exportadores que abrió de par en par las puertas de México al capital estadounidense y la cerró a la mano de obra mexicana.

Imposible olvidar que inventó un delito para encarcelar a La Quina; que dividió a Petróleos Mexicanos en cuatro empresas —con mayor burocracia, ineficiencia e impunidad, hoy con Romero Deschamps— y que comprometió con George Bush padre el crudo de los mexicanos. El error de diciembre fue resultado de maniobras económicas artificiales para generar la ilusión de que entrábamos al primer mundo.

Salinas es el sembrador del desastre. Zedillo sí legó el Fobaproa, Fox sí es inepto y dilapidó los excedentes petroleros, pero ambos sólo le siguieron los pasos.

Zedillo fue designado por Salinas y Fox lo trajo de regreso a México para asesorarse de él. No hay duda que nuevos textos de Salinas se engrosarán con nuevos desastres, pues Calderón también quiere ser como él.