MARTI BATRES al microfono:
¿No que estaba muerto?
Desde principios de 2007 sus adversarios se dieron a la tarea de afirmar, con mucha algarabía, que Andrés Manuel López Obrador estaba muerto políticamente. Alguno incluso afirmó textualmente: “Había dejado de ser el Hammelin de la política mexicana”.
Ése al que daban por muerto les acaba de frenar el atraco al que han dado en llamar reforma energética. En tres meses transformó la situación política del país. Primero lanzó un misil al corazón mismo del equipo de Calderón. La denuncia de los negocios familiares y el tráfico de influencias de Juan Camilo Mouriño desnudó al gobierno federal, descubrió las entrañas de su corrupción y mostró de manera muy gráfica los intereses verdaderos que hay detrás de este intento de reforma.
Después logró posicionar mayoritariamente a la opinión pública en contra de la reforma petrolera, aún antes de que fuera presentada formalmente en el Senado. Tercero, concitó a la movilización de masas más intensa y frecuente que hayamos atestiguado. El 24 de febrero frente a la torre de Pemex. El 18 de marzo, en el Zócalo. El 25 de marzo de nuevo atiborró el antes llamado primer cuadro de la ciudad. El 13 de abril ahí ocurrió lo mismo.
De nueva cuenta y por último, hizo la hazaña el pasado 27 de abril. A ello habrá que agregar las dos concentraciones de los brigadistas en el monumento a la Revolución. Es decir, siete movilizaciones de masas en dos meses.
En cuarto lugar, organizó minuciosamente 60 brigadas de mujeres y hombres para la resistencia civil. Por último, convenció a los legisladores del Frente Amplio Progresista a dar la lucha pacífica al interior de los recintos parlamentarios.
Los resultados están a la vista. El madruguete energético fue rechazado. Ganó el espacio para el debate nacional. La sociedad se informó sobre la verdadera naturaleza de la iniciativa de Calderón. El movimiento social repuntó. Y López Obrador se mantuvo como el principal líder político nacional.
Todo eso sucedió a pesar del largo conflicto interno aún no resuelto en el PRD, que transcurre de manera paralela. Obviamente los adversarios de Andrés Manuel están muy enojados. No lo pueden creer. No estaba muerto, anda trabajando.
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/71138.html
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