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Entrevista con Aziz Gual "Huraclown"
Cuando un país no ríe, es un país enfermo
Reír es una forma de ser libres, de trascender las pretenciones humanas, de aceptar incluso nuestra condición efímera de la existencia.
Entrevista vía correo electrónico con el artista Aziz Gual; clown mexicano quien ha desarrolado parte importante de su labor profesional en compañías como el Circo Ringlin Brothers y el Cirque du Solei; además de haber tomado clases magistrales con Marcel Marceau.
Aziz, México está envuelto en un sinnúmero de eventos preocupantes: inseguridad, falta de educación, desempleo, descoordinación política, más de 15 millones de mexicanos en la pobreza extrema; a pesar de esas condiciones, ¿consideras que el pueblo de México es un país que ría?
Cuando un pais no ríe, es un país enfermo, sumido en el desencanto y la desesperanza. México es un país con una sociedad desarticulada, por las diferencias de clases y fundamentalmente de educación. En México hay muchos méxicos, probablemente, apartados abismalmente unos de otros, por ello me es tan difícil hablar de México como uno sólo.
La inequidad de la riqueza, el aborazamiento y la rapiña de poseer mucho más de lo que se necesita en algunas clases, ha ido generando durante décadas, desalentadores resentimientos sociales, pero es quizá y justamente el humor de un pueblo, -hablando de los más fragiles- y su capacidad extraordinaria de supervivencia, y el desconocimiento de sus propios derechos lo que nos ha salvado de una reacción contundente y determinante.
El humor en las culturas que más sufren surge por sí mismo como un mecanismo de salvación, inclusive en momentos en los que ya no hay nada más que hacer, como ocurría con el genocidio judío fente a la cámara de gas.
Las guerras, los intereses políticos, los momentos críticos del hombre pueden robarnos todo, pero no nuestros ideales, nuestro derecho de ser libres.
Nuestro derecho de reirnos de nosotros mismos, de discernir y encontrar en la búsqueda por casualidad lo inesperado. . . lo que nos hace reír.
Reír es una forma de ser libres, de trascender las pretenciones humanas, de aceptar incluso nuestra condición efímera de la existencia.
El humor nunca muere, es algo íntimo que habita en nuestro ser interior, en nuestra razón, en nuestra condición humana, en nuestro corazón. Es algo más grande que un país, o que un continente, es la supervivencia misma del espíritu.
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