A PUERTA CERRADA


A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce

A mi entrañable amigo
Jorge Fernández Menéndez

Las fortalezas del alto mando
La lealtad institucional
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El ejército ha sido siempre la base del poder mi estimado, y al día de hoy, lo sigue siendo. Las complicaciones desencadenadas alrededor de las reglas escritas y no escritas dentro del ámbito de la organizada delincuencia se salieron de control y cambiaron radicalmente su frecuencia de señales durante el sexenio de Vicente Fox, donde sus principales funcionarios, todos civiles, mantuvieron los últimos tres años una serie de delicados enfrentamientos sobre el significado del término seguridad nacional.

Las secuelas sobre esas fracturas de formas y fondo my friend, fueron irremediablemente heredadas al régimen de Felipe Calderón que, desde los aciagos meses después de la controvertida elección presidencial y pasando por la bulliciosa protesta durante el 1 de diciembre en San Lázaro, ha venido enfrentando una serie de retos, dificultades, conflictos y problemas que se suman a una original cadena de intereses domésticos y de decisiones que, quizá por no contar con suficiente información, pudieron ser tomadas de manera precipitada y bajo un sinfín de singulares presiones.

Porque mientras el sexenio navega entre mares (políticos) oscuros y de profunda adversidad, el narcotráfico es hoy uno de los asuntos que se ha convertido en prioridad nacional y sobre todo, bilateral.
Una cuestión que es el dolor de muelas en el cual el peligroso campo de batalla se origina entre la población amable lector, con la agravante de que la mayoría de los cuerpos policíacos en todos los niveles están severamente infiltrados por las estructuras de la delincuencia. Esto, además de otras simpáticas razones de índole política, obligaron a Felipe Calderón a sacar a nuestras fuerzas armadas a la calle para coadyuvar en labores de seguridad pública y, de paso, para enviar importantes indicaciones y mensajes presidenciales.

Por eso la necesidad de Los Pinos de mostrar siempre en diversos foros y discursos, el apoyo irrestricto al ejército mexicano aún sabiendo el riesgo, el ineludible desgaste social y el cada vez más puntual escrutinio internacional al que estará sometido por su actuación con el correr de los meses. Entrar en los detalles del pago oportuno de las facturas verde olivo derivadas de las órdenes civiles-- que la historia ha demostrado terminan por pasar a la divertida báscula-- no es un capítulo totalmente desconocido.

Y nuevamente my friend, llegamos al concepto fundamental.. de que la forma es fondo.

Sobre todo cuando factores y grillas de poder manejadas, quizá por ignorancia desde la casa presidencial, asistieron a desencadenar el rompimiento de una de las reglas escritas verde olivo y después, desatadas las hogueras de los intereses orientados a empujar proyectos personales, se cuestionaron la capacidad y el liderazgo del alto mando.

En momentos donde la patria enfrenta por parte de aquellos poderosos cárteles un embate peligrosamente inusual, que debiera obligar al cierre de filas, algunos al interior de la Defensa Nacional tuvieron en mente planes distintos, por encima de la institución y confundiendo peligrosamente el término lealtad.

Y en aras de diseminar sus innegables conocimientos sobre interesantes materias, violaron también reglas no escritas..aunque éstas en el ámbito civil de la cadena de mando que prendió de paso, más focos rojos en el tablero verde olivo.

Por eso el resultado de hace pocos días my friend, de cerrar capítulos y colocar puntos sobre las íes en esa singular etapa que comienza cada inicio de sexenio, donde la tolerancia, el respeto y la paciencia por parte del alto mando hacia el liderazgo en algunas áreas, Regiones y Zonas militares, siempre fue de ilustre distinción y que, con el correr de estos volátiles meses fueron cualidades malinterpretadas por algunos y, en casos muy específicos, derivaron en muy delicados excesos aderezados con peligrosas mentiras.

El inquilino de Los Pinos sabe de sobra que la lealtad de esta institución está a prueba de cualquier esquema de intereses personales y/o políticos que pudieran perturbar el corazón de la misma. Por eso deberá estar mucho más atento cuidando de esas formas, que dicen todo del fondo, en asuntos de ordenación interna.
La reciente señal enviada por el titular de la SDN, Guillermo Galván Galván, cuyo poder y capacidad nunca ha estado en entredicho, fue, no sólo para atajar actitudes que deshonraron a la institución my friend, sino de paso, para evitar futuras confusiones...

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