GALLAZO PARA JEFE DE GOBIERNO DEL DF SIGUIENTE.

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Objeciones de la Memoria
25 de septiembre de 2009

IVA en alimentos; la experiencia de 2001


Con poca imaginación, pero con mucha saña contra el pueblo, se envió al Congreso una iniciativa para poner IVA a los alimentos, igual que lo hiciera Vicente Fox ocho años atrás. Entonces como ahora se trataba que los pobres asumieran la mayor carga fiscal mientras a los ricos les bajaban impuestos o daban facilidades para no pagarlos. En ambos momentos se dijo que lo recaudado era para los pobres. No obstante, de aprobarse ese impuesto se daría un seco golpe a los habitantes más pobres de México.

En aquel 2001, y hoy en día, el gobierno panista pactó con el PRI la aprobación de ese IVA. Francisco Gil Díaz, entonces titular de Hacienda, se ufanaba de tener 84% de los votos a favor de su proyecto, pues tal era el porcentaje que sumaban PAN y PRI en la LVIII legislatura. No obstante, el IVA en medicinas y alimentos no fue aprobado.

Lo positivo de aquel episodio histórico que sepultó el atraco panista-foxista-priísta tuvo mucho que ver con lo que pasó afuera del Congreso y con la firmeza del perredismo en dicha legislatura.

Además del pacto PAN-PRI, Fox buscó involucrar a todos los actores políticos, incluido el PRD. No faltaron voces al interior de ese partido que coquetearon con la idea de un “pequeño IVA” del 4 o 5% en alimentos y medicinas. El fin: comprometer a todos para que nadie tuviera autoridad moral para encabezar el descontento popular.

Dos factores impidieron que se concretara el atraco. La bancada del PRD no cedió, se mantuvo firme: ni un solo punto del IVA en medicinas y alimentos. Ello provocó la discusión interna en la bancada tricolor. Varios de sus legisladores veían preocupados que pagarían un alto costo político-electoral al aceptar la medida. El PRI le aplicó la roqueseñal al pueblo de México al elevar el IVA de 10 a 15% en 1995. Pero el pueblo le aplicó la roquseñal al PRI en los comicios de 1997 y 2000. Eso lo traían muy presente dichos priístas. La firmeza del PRD hizo recular a muchos de ellos.

Al mismo tiempo hubo un movimiento social muy fuerte en las calles contra esa medida. Sindicatos, organizaciones populares e intelectuales convocaron a decenas de movilizaciones alrededor de San Lázaro y en varios estados del país. Una fuerte batalla mediática inclinó a la opinión pública en contra de ese golpe. La movilización fue apoyo fundamental para la lucha de los legisladores dentro del Congreso. Sin ella no se hubiera derrotado el IVA en medicinas y alimentos en 2001.

Que los legisladores de hoy recuerden la experiencia histórica para que defiendan los intereses ciudadanos en el Congreso de la Unión: los impuestos contra los pobres pactados por PAN y PRI sólo pueden ser derrotados con firmeza y claridad al interior del Congreso y con la movilización ciudadana en las calles del DF y del país.