SEGUNDA LLAMADA, MÉXICO AL BORDE DEL COLAPSO TOTAL.

Estado fallido: Advertencia

Un Estado tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos y a los demás naturales que viven en su territorio, y si es incompetente o negligente en dicha responsabilidad, la comunidad internacional debe tomar cartas en el asunto.


Tal es la conclusión alcanzada por la Comisión Internacional sobre la Intervención y la Soberanía de los Estados (ICISS por sus siglas en inglés), organismo creado a iniciativa del Primer Ministro canadiense, Jean Chrétien, como respuesta al llamado hecho por Kofi Annan, en aquel entonces Secretario General de la ONU.


México, en la circunstancia en la que se encuentra, es o un Estado fallido o uno deficiente, en vías de convertirse en fallido. La ola de violencia que cubre al País, así como la estulticia de una autoridad corrupta e inoperante, aunados a la preocupación mostrada por Estados Unidos, demuestran que posiblemente estemos en vías de ver a la comunidad internacional tomando medidas reales respecto a nuestro país.


De acuerdo al Fondo para la Paz, ONG con base en Washington creada en 1957 con el fin de estudiar y educar acerca de la prevención de guerras, un Estado fallido es la extensión de un Estado deficiente, definido con base en las siguientes variables: pérdida del control físico del territorio o del monopolio del uso legítimo de la violencia, erosión de la autoridad legítima para hacer decisiones colectivas, inhabilidad para proveer servicios públicos en niveles razonables y la incapacidad de interactuar con otros Estados como miembro operante de la comunidad internacional.


Esto quiere decir que si un Estado determinado no tiene control sobre su territorio, no provee servicios públicos, está infestado de corrupción y criminalidad, cuenta con población que emigra empujada por necesidad apremiante o temor, y declina económicamente, seguramente estará etiquetado en "alerta" o "advertencia" en el Índice de Estados Fallidos (Failed States Index) publicado cada año por dicho Fondo para la Paz... y México se encuentra en el índice 2008 en estado de "advertencia", lugar 105, entre Guyana y Senegal.


No en balde me causó una tremenda risa leer el insulso discurso de Germán Martínez al inaugurar la reciente sesión del Consejo Nacional del PAN (sí, en la que impusieron candidatos por dedazo, incluido Nuevo León). Según Martínez, México no es un Estado fallido, y quienes predicen una catástrofe en México son enemigos de la libertad.


Independientemente del fascismo escondido en las declaraciones de Germán, ya que en un país de libertades se puede hablar de lo que sea, incluido el catastrofismo, es evidente que el líder de los blanquiazules no tiene ni la más remota idea de las variables de un Estado fallido.


Por ejemplo, dentro del rubro de "Indicadores Sociales" del Índice antes referido, México cumple o está en riesgo de cumplir la variable de "emigración crónica", caracterizada por la fuga de cerebros y la clase media escapando del País voluntariamente; asimismo, un factor para medir esta variable es el crecimiento de comunidades de expatriados, y vaya que en Estados Unidos y el resto del mundo abundan los mexicanos que tuvieron que salir a buscar una vida decente y más segura que en su tierra.


En el rubro de "Indicadores Económicos", México también está cerca o quizá ya de lleno cumpliendo los requisitos de "desarrollo económico desigual a través de los grupos sociales", así como el de "declive económico", toda vez que persiste y se ahonda en México la desigualdad de oportunidades de educación, empleo y estatus económico entre los grupos sociales, así como las tasas de pobreza, mortalidad infantil y educación.


Por último, en el área de "Indicadores Políticos", México está ya quebrantado. Basta analizar los subindicadores sobre corrupción endémica y enriquecimiento de grupos privilegiados a través de influyentismo, aunada a la pérdida de confianza en las instituciones públicas. ¿O qué decir del rubro de protección a los ciudadanos ante el terror y la violencia? ¿O qué tal la violación de los derechos humanos o "el estado dentro del Estado"? Y ya ni hablemos de democracias fallidas, que el jefe de Martínez no llegó a Los Pinos de manera impecable.


Así pues, México sí es un Estado deficiente, y solamente está en discusión el hecho de que sea fallido o no. Mientras Fernando Gómez Mont, Secretario de Gobernación, admite que le preocupan las movilizaciones financiadas por el narcotráfico contra la intervención del Ejército, como es el caso de Monterrey, los ejecutados siguen apareciendo y hay enfrentamientos callejeros con granadas y armas largas entre el Ejército y los narcotraficantes.


¿Es quizá momento que la comunidad internacional haga lo que los mexicanos no han podido lograr?


En toda Europa, los vuelos y paquetes vacacionales a México están a precio de regalo, e innumerables amigos y conocidos me han escrito o llamado para preguntar mi opinión. Luego del tercer correo electrónico, me limité a responderles con la liga a www.elnorte.com donde pueden ver el video sobre el enfrentamiento en Reynosa, días atrás.


Sí, México necesita las divisas del turismo, pero aún más requiere echar a la clase política a Almoloya (o al mar), y luego recuperar al país de entre las garras de la catástrofe.
Don Javier Alberto Reyes
http://www.elnorte.com/editoriales/nacional/475/949804/default.shtm

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