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Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
17 de marzo de 2009
No llegan a 2012
Un año le bastó al actual Consejo General del IFE para empezar a lograr un consenso: que los actuales consejeros, producto de la reciente renovación del organismo electoral, no van a llegar a la elección presidencial de 2012, y que por su errática, débil y desorganizada actuación, han unificado opiniones en su contra y a lo mucho los dejarían pasar de la elección intermedia de este año.
El desgaste que en tan poco tiempo acumularon los consejeros electorales encabezados por Leonardo Valdés hace que no sólo en los círculos de opinión y de expertos del ámbito electoral se hable ya de un necesario relevo de los integrantes de la institución, sino que entre congresistas y partidos —los mismos que en la reciente reforma electoral convirtieron las consejerías en cuotas políticas y partidizaron al IFE ciudadano— empieza a permear la idea de que con los ajustes que tendrán que hacerse a las leyes electorales, tras las fallas y lagunas detectadas en la elección en curso, valdría la pena revisar la viabilidad del actual Consejo General.
No quedan casi voces, salvo las de ellos mismos, que defiendan el trabajo que han desempeñado hasta ahora los consejeros del IFE. El propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en su fallo de la semana pasada sobre el caso de las televisoras y la transmisión de los spots partidistas, no sólo descalificó la forma en la que Valdés y los otros ocho consejeros resolvieron el abierto desafío que les lanzaron Televisa y TV Azteca.
Los magistrados acusaron, con una dureza poco usual en sus resoluciones, ineptitud y debilidad de la autoridad electoral para aplicar la ley y resolver un conflicto que se generó por una violación abierta y premeditada de la legislación. Frases como que “se apartaron de los principios de constitucionalidad y legalidad”, al haber sobreseído el procedimiento de sanción que ya habían iniciado contra las televisoras, se interpretaron como algo más que un regaño de los magistrados del TEPJF, que denunciaron ignorancia y torpeza de la autoridad electoral.
Así que los consejeros del IFE están logrando unificar opiniones, pero en su contra; y funcionarios como ellos, desgastados, cuestionados, sometidos y burlados por los actores a los que deben regular, ya no sirven de mucho a la democracia; ni siquiera a los partidos que los llevaron a esas posiciones.
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